El Circuit celebra sus veinte años de éxitos

La gigantesca tribuna de meta aparece muda. Ni un coche en pista. Los ecos del GP de España de F-1 resuenan sordos. Del pasado, del anterior Desde el año 91 Montmeló acoge la carrera nacional del Mundial (al margen de los GP de Europa celebrados en Jerez y Valencia). Y, al volante de un Ferrari F430, AS pudo vivir las sensaciones de su espectacular final de recta. Y percibir cómo debió sentirse Alonso al emparejarse por fuera con Massa en 2007.

La salida de la primera curva es tan cerrada que desde un precioso descapotable rojo no extraña en absoluto que Fernando acabe en la grava después de sufrir el toque del brasileño. Veinte años y un día después de que se pusiera su primera piedra, el Circuit festejó las dos décadas del inicio de este proyecto.

Mirando al futuro.
Además, junto a la primera piedra puesta el 24 de enero de 1989, la nueva etapa se inició de una manera ecológica, con la plantación de un simbólico laurel. Y también con una apuesta lanzada al aire por el presidente del RACC, Sebastián Salvadó, que también estuvo en el arranque de este proyecto en 1989: "Debemos pensar en el futuro y esperemos tener la ayuda de todos para seguir en la élite del automovilismo y de las motos. Nos enfrentamos a la ofensiva de los países emergentes, que disponen de más medios que nosotros, y por eso debemos seguir nuestro constante proceso de adaptación a los nuevos tiempos".

El director del circuito, Ramón Praderas, recordó que el trazado catalán es "un circuito de referencia reconocido por las principales federaciones", y destacó el valor simbólico del laurel para afrontar las dos próximas décadas. Desde aquella primera carrera de Fórmula 1 disputada en 1991 en la que la lluvia aguó el fin de semana, el Circuit ha crecido hasta albergar las más importantes competiciones, tener más de 300 días de ocupación al año, generar 178 millones de euros anuales y tutelar una cantera de jóvenes pilotos liderada por Jaime Alguersuari. Que cumpla muchos más.

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